A través de una encuesta a directores financieros de Estados Unidos podemos ver datos muy interesantes sobre sus preferencias. Los chief financial officers (CFOs) o guardianes de las cuentas de la empresa entrevistados respondieron qué consideraban más importantes a la hora de decidir la estructura de capital de la empresa que financieramente dirigían. Y estos son los resultados que arroja:
- La primera cosa que más valoran es la flexibilidad financiera. Se trata de la financiación adicional de la que pueden disponer las empresas en un futuro cuando se le presenta un proyecto con mucha rentabilidad o entran en recesión y necesitan más recursos. Poder apalancarse y endeudarse básicamente es lo que más valora el mandamás de la tesorería de una firma. Tiene su lógica porque estar atado de pies y cabeza financieramente es morir lentamente.
- El segundo es la ráting de su deuda que le dan las agencias de calificación. Tiene su explicación también. Por mucha flexibilidad financiera de la que pueda disponer un director financiero si el coste de la deuda es extremadamente alto, emitir bonos o pedir un préstamo no le saldrá a cuenta.
- El tercer dolor de cabeza son los beneficios de la empresa que dirigen y la volatilidad de sus flujos de tesorería. El control estratégico de los cash flows, lo que entra y lo que sale. Si sale más que entra, también puede salir ellos en la próxima ronda de despidos.
Lo más curioso es que lo que menos le preocupa a un CFO es la satisfacción del cliente. Le dan mucha más importancia a la escasez de fondos propios, a los tipos de interés, costes de transacción y comisiones, la valoración de las acciones, los niveles de endeudamiento respecto a los del sector o competencia, así como la posibilidad de bancarrota o entrar en concurso de acreedores.
Para resumir, un CFO valora antes que nada que le dejen endeudarse (exactamente igual que a un político estándar) con una flexibilidad financiera que les permita realizar acrobacias financieras. Que para ellos riesgo es igual a rentabilidad aunque un poco distorsionado (ay, los bonus y bonificaciones). Segundo que endeudarse le salga barato. Y como curiosidad sólo una quita parte de los directores financieros menciona la satisfacción de los clientes. Encuesta bastante curiosa.