Gasta dinero en cosas que mejoren con el tiempo, no en las que se convierten en normales

A grandes rasgos hay dos formas de gastar dinero. La primera es hacerlo en cosas que no te dan un valor añadido en el largo plazo. Quizás te hagan sentir un poco mejor al momento, pero a los pocos días te adaptarás y te olvidarás de por qué las compraste. La segunda forma de gastar tu dinero te hará mejor persona, más feliz y te darán un valor añadido a lo largo de tu vida.

Cosas que se convierten en normales con el paso del tiempo

Existe un grupo de gastos que se convierten en normales a lo largo del tiempo. Son principalmente la casa, el coche, el teléfono móvil, y la ropa. Aunque se puede resumir en la mayoría de las posesiones materiales.

Todas estas cosas, debido a la adaptación hedónica, dejan de parecerte atractivas al poco tiempo de comprarlas.

Imagina que te compras el último iPhone, llevas meses esperando hacerlo. A los pocos meses ni siquiera te darás cuenta de lo duro que has trabajado para conseguirlo. Deja de tener sentido esa compra. Incluso la marca sacará un nuevo modelo con mejoras “revolucionarias” para hacerte perder el interés en tu actual móvil. El último modelo es lo único que necesitas, quieren hacerte creer.

Resumen: gasta menos en cosas materiales que se convierten en algo totalmente normal con el paso del tiempo. Recuerda que como seres humanos nos adaptamos a todo: a lo que consideramos malo, pero también a lo que consideramos bueno.

Gasta con remordimientos y con cabeza en este bloque. Haz compras estratégicas planeadas y premeditadas con antelación. Ten en cuenta que dejarán de satisfacerte cuando pase el tiempo. Gastar más dinero en calidad puede ser más inteligente que comprar muchas cosas de poca calidad.

Cosas que mejoran conforme pasa el tiempo

Las segundas las cosas que, al igual que los buenos vinos, se hacen mejores con el tiempo. Te dan más satisfacción personal, sabiduría y felicidad (si es que puede medir).

Relaciones personales. Es la cosa que te hará más feliz a lo largo de tu vida. Mima tus relaciones y haz todo lo que sea posible para que mejoren con el tiempo. No soy un psicólogo, sólo intento ayudarte a mejorar tus finanzas personales. Pero tus amistades y familia deberían entre las primeras en tu pirámide de prioridades.

El interés compuesto. La mayor parte de las cosas de la naturaleza crecen exponencialmente llegado un punto. Es la sucesión de Fibonacci. Este crecimiento se hace especialmente notable cuando inviertes dinero. Dejarlo horizontes temporales largos te dará mejores resultados que invertir más cantidad en poco tiempo.

Skills. El tiempo que gastas aprendiendo e intentado mejorar en cualquier cosa siempre va para arriba. Puede ser un hobbie haciéndote disfrutar como un niño o puede ser una profesión convertida en carrera profesional, pero todo lo que hagas suma y se acumula. No se olvida.

Conocimiento. Cuando lees o te formas vas conectando ideas. Muchas ideas se quedan sin conexión o en stand-by. Cuando pasa el tiempo lees algo relacionado y todo recobra sentido. Hay conocimiento que se queda ahí de forma latente. Cuando sigues aprendiendo cada vez crece más rápido. Cuando gastas en libros o en cursos, no es un gasto, es una inversión para toda la vida.

Memorias de experiencias y viajes. Momento únicos e irrepetibles que se quedan guardados en el disco duro de tu mente. Los recuerdas con amigos y te salta una sonrisa. Eso no tiene precio. Y conforme pasa el devenir inexorable del tiempo van mejorando.

En este bloque de cosas no deberías escatimar dinero. Gasta sin remordimientos, pero con cabeza. Son experiencias antifrágiles, como las llamaría Nasim Taleb.

Espero que te haya servido útil y ayudado a replantear tu forma de consumir.

Un abrazo,

Jordi.


Personalmente invierto mi dinero a través de Finizens. Todos los meses programo aportaciones automáticas a la cartera que me ha creado. Supera al 95% de los fondos de inversión con unas comisiones en un 85% más baratas que los bancos. Me acerca cada vez más a mi faro: alcanzar la libertad financiera.

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